El cerebro asocia a toxicidad las moléculas malolientes que capta el olfato.
La neutralización consiste en liberar en el aire ciertas moléculas que, al combinarse con las malolientes, dan lugar a nuevas moléculas inodoras o de aroma agradable.
No existe un neutralizador único para todos los malos olores, por eso hemos desarrollado cuatro fórmulas que neutralizan los más habituales. Cada fórmula elimina grupos concretos de moléculas malolientes.